El exbanquero español, Jaime Botín, fue condenado en Madrid, por contrabando patrimonio cultural e intentar sacar sin permiso un cuadro de Picasso, por lo cual tendrá que cumplir la pena de dieciocho meses de prisión y el pago de 52,4 millones de euros al estado como multa.
Se aclara que la obra le pertenece al detenido desde el 1977, que posteriormente después de algunos años la puso a la venta para una subasta en Londres, pero cuando se pidió la autorización del Ministerio de Cultura español, por ser un bien Histórico-artístico, este se negó a la salida de la pintura del país, por no existir otra obra de ese valor artístico.
Según la sentencia, aun el acusado saber de la prohibición, en julio del 2015, contrabandeó la pintura de su barco a un aéreo puerto con dirección a Ginebra, pero esta fue encontrada por las autoridades en su barco. Actualmente la obra se encuentra en el Museo Nacional Reina Sofía en Madrid.