Tras una serie de atentados con coches bomba y la toma de rehenes de más de 50 agentes del orden dentro de varias prisiones, pocas semanas después de que el país fuera sacudido por el asesinato de un candidato presidencial. .
La Policía Nacional de Ecuador no reportó heridos como resultado de las cuatro explosiones en Quito, y en una provincia fronteriza con Perú, mientras que el ministro del Interior, Juan Zapata, dijo que ninguno de los agentes del orden tomados como rehenes en seis cárceles diferentes había resultado herido.
El sistema penitenciario, conocido como Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de Libertad, perdió en los últimos años el control de grandes cárceles, que han sido escenario de violentos disturbios que resultaron en decenas de muertes.
Ha sido necesario transferir reclusos para gestionar las disputas relacionadas con las pandillas.
El general de la Policía Nacional de Ecuador, Pablo Ramírez, director nacional de investigaciones antidrogas, dijo a los periodistas el jueves que la policía encontró cilindros de gas, combustible, mechas y bloques de dinamita entre los escombros de las escenas del crimen en Quito, donde explotó el primer vehículo.
Era un auto pequeño y el segundo era una camioneta.
Fuente: AP