Las reservas de agua dulce en Montevideo, Uruguay, se están agotando. El gobierno estima que quedan entre una semana y diez días de agua bebible salvo que haya lluvias intensas, lo que no está pronosticado.
El embalse de Canelón Grande, aportaba unos 10 millones de metros cúbicos de agua pero quedó seco, y el Paso Severino, se está quedando sin agua. De acuerdo al reporte de la Presidencia de Uruguay, en Paso Severino quedaban 1,2 millones de metros cúbicos de agua y se utilizan 80.000 por día. La capacidad total de Paso Severino es de 70 millones, por lo que se estima que le queda disponible un 1.7% de agua.
Cuando esta reserva se agote, las autoridades tendrán que aumentar el aporte de fuentes más cercanas al Río de la Plata, que tienen niveles de cloruro y sodio más elevados y, por tanto, es más salada. Esos valores harán que el agua no sea bebible.
“Si no llueve, va a haber un lapso en el que el agua no sea bebible”, admitió el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, la semana pasada en una conferencia de prensa. El agua no será apta para el consumo humano hasta que no esté pronta una represa provisoria que construye el gobierno.
El gobierno de Lacalle Pou propuso al inicio de su mandato la construcción de una nueva planta potabilizadora con una toma de agua al Río de la Plata. En junio, OSE recibió las propuestas de las empresas interesadas en invertir y están en una etapa de análisis.
Pero esa solución es de largo plazo. “Demora dos años. Mientras tanto, no hay un genio que frote la lámpara. Tiene que llover”, dijo el presidente uruguayo.