Las autoridades prometieron el sábado perseguir y arrestar a los autores intelectuales del ataque mortal a una mezquita en Pakistán el día anterior reivindicado por una filial del Estado Islámico.
El asalto mató a 63 personas e hirió a casi 200.
El Estado Islámico dijo en un comunicado que el único terrorista suicida era del vecino Afganistán.
Le disparó a dos policías que custodiaban la mezquita musulmana chiíta en el noroeste de Peshawar antes de entrar y hacer explotar su dispositivo, dijo.
El ataque tuvo lugar mientras los fieles se arrodillaban en la oración del viernes. La filial de Estado Islámico, conocida como IS en la provincia de Khorasan, tiene su sede en el este de Afganistán.
Los gobernantes talibanes en Afganistán, que han estado luchando contra el Estado Islámico, condenaron el ataque.
El Estado Islámico ha demostrado ser la mayor amenaza a la seguridad de los talibanes desde que llegó al poder en agosto pasado.
“Condenamos el bombardeo de una mezquita en Peshawar, Pakistán. No hay justificación para atacar a civiles y fieles”, tuiteó el viceministro talibán de Cultura e Información, Zabihullah Mujahid. Se negó a comentar sobre la afirmación del Estado Islámico de que el terrorista suicida era afgano.
Fuente: AP