Una joven de Carolina del Sur ha vivido los mejores y, a la vez, los peores momentos de su vida en apenas unas horas.
Michele Howard había escogido un destino exótico para la ceremonia de su casamiento: un paraje natural cerca entre playa y selva, en Costa Rica. Sus padres, Tim y Jeni Buchanan parecían mucho más ilusionados que ella.
Como sucede en casi todos los casamientos, el padre, Tim, de 54 años, condujo a su hija hasta el improvisado altar. Y seguidamente, ante la mirada emocionada de los familiares y amigos allí presentes, ambos ejecutaron el tradicional baile padre-hija.
Pero algunos minutos después, Tim Howard, policía retirado del condado de York, en Rock Hill, sucumbía a un infarto del miocardio. Ha sido su viuda quien ha colgado en su cuenta de Facebook una foto del padre orgulloso y de la hija ilusionada antes de la ceremonia.
“Uno nunca sabe cuándo la última vez será la última vez –escribe la mujer con la que compartió sus últimos 22 años-. Él era siempre quien nos consolaba cuando algo no iba bien, pero ahora nosotros necesitamos de sus plegarias”.
“Éra el alma más hermosa que he conocido y nunca seré la misma sin él" –prosiguió Jeni—“Sé que él me amaba, a mí y a nuestra familia. Durante años hemos criado a cuatro hijos maravillosos, cuidamos a mis hermanos pequeños cuando nos necesitan más e incluso hemos tenido el honor de un hermoso nieto”.
“Estoy muy agradecida por esta imagen que nuestros queridos amigos tomaron durante la boda de nuestra hija –concluyó la señora–. Quién iba a decir que tan sólo unas horas más tarde lo perderíamos”.
Un amigo de la familia, fotógrafo de bodas, creó una página en la plataforma GoFundMe, en la cual ya se ha recaudado más de diez mil dólares en sólo dos días para apoyar a la familia en su duelo.
“Jeni y Tim estaban tan emocionados por ir a Costa Rica hace unos días para la boda de su hija… Si conoces a Jeni, sabrás cuánto significaba Tim para ella y el maravilloso amor que compartían”, escribío Jenn Lewis, el creador la página GoFundMe.
Según se supo por la sucesión de comentarios en las redes sociales, para Tim Buchanan la familia estaba por encima de todo, hasta el punto de que le hizo caso omiso a las señales que le indicaban que en su cuerpo algo estaba mal.
"Tenía que haber ido al médico –reveló su esposa–, pero temía que esto lo imposibilitara para asistir a la boda de nuestra hija”.
Dedicado durante 19 años al servicio de la ley, Buchanan fue investigador forense y, más recientemente, detective de delitos informáticos.
“Queremos que todos ustedes abracen a sus padres y les digan que los aman”, resaltó Ben, el hijo mayor del fallecido, “porque nunca se sabe cuándo será la última vez”.