Al menos 32 personas han fallecido y más de 40,200 han sido desplazadas desde finales de marzo con el inicio de la temporada de lluvias en Kenia, según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Las intensas precipitaciones, que se espera continúen hasta mayo, han causado inundaciones y afectado a unas 103,485 personas, incluidas 40,265 desplazadas en 21 de los 47 condados del país. Además, más de 960 cabezas de ganado han muerto y 24,010 acres (9,716.5 hectáreas), de tierras de cultivo han sido destruidas por la subida del nivel del agua. Se han reportado daños en escuelas, fuentes de agua y carreteras principales.
Las áreas más afectadas incluyen el oeste de Kenia, a lo largo de lagos y ríos en Homa Bay, Siaya, Busia, Nyando, Nyakach y Muhoroni, así como zonas bajas en los condados sureños de Narok, Kajiado y Mombasa. También se esperan inundaciones en zonas montañosas propensas a deslizamientos de tierra, como los condados de Makueni, Nyeri, Muranga y West Pokot.
Las comunidades en áreas propensas a inundaciones han sido aconsejadas a trasladarse a terrenos más altos. Estos eventos ocurren después de las inundaciones repentinas causadas por El Niño a finales del año pasado, que dejaron más de 170 muertos y graves daños en la infraestructura y los cultivos en el país.
El Niño es un fenómeno meteorológico caracterizado por el aumento de la temperatura del océano Pacífico, que puede alterar las condiciones climáticas en diversas partes del mundo. Estas inundaciones también llegan después de una severa sequía en el Cuerno de África, que dejó a millones de personas en inseguridad alimentaria aguda.