El centro de Puerto Príncipe ha quedado abandonado a manos de las bandas armadas y ni siquiera la Policía acude ya a la zona, en una ciudad donde este martes hay farmacias, clínicas o escuelas atacadas e incendiadas, pese al estado de emergencia en vigor y el toque de queda prorrogado hoy.
Los alrededores del Hospital Universitario Estatal de Haití, abandonado desde hace cerca de un mes, fueron blanco de los grupos armados pertenecientes a la coalición ‘Vivre Ensemble’ (‘Vivir juntos’), que encabeza el poderoso Jimmy Cherizier, alias Barbecue.
En la zona, un colegio, clínicas, farmacias y decenas de casas fueron saqueadas e incluso incendiadas por las bandas, al igual que una escuela de arte y decenas de automóviles en los alrededores del centro de la ciudad, con el consiguiente aumento de la tensión y la huida de los residentes.
Según informó la Policía Nacional de Haití (PNH), en las operaciones llevadas a cabo entre el 29 de febrero y el 26 de marzo, 17 supuestos bandidos fueron abatidos (entre ellos los jefes de banda Ernst Julmé, alias Ti Greg, y Makandal), se confiscaron 17 armas (incluidos fusiles de calibre 12, AK47, pistolas de 9 milímetros y M4) y se decomisó un vehículo.
El comandante en jefe de la PNH, Frantz Elbé, ha dado instrucciones a las unidades especializadas de intensificar las operaciones para proteger las vidas y bienes de la población.
La violencia no cesa, pese a que en el departamento del Oeste, donde se encuentra Puerto Príncipe, rige el estado de emergencia entre el 7 de marzo y el 3 de abril.
Además, hoy fue prorrogado hasta el viernes el toque de queda, de las 19-00 a las 06-00 hora local (23.00-10.00 GMT), una medida de la que quedan excluidos los agentes de la fuerza pública de servicio, el personal de las ambulancias, los trabajadores sanitarios y los periodistas debidamente identificados.
Durante el estado de emergencia están prohibidas, tanto de día como de noche, las manifestaciones en la vía pública y las fuerzas del orden han recibido el mandato de usar todos los medios legales a su disposición para hacer respetar el toque de queda y detener a los infractores.