El gobernador de la provincia Chaco, Argentina Jorge Capitanich, esta semana tuvo un momento insólito: le dio un beso en la cabeza a un maniquí que parecía un niño con gorrito.
La acción quedó registrada en los teléfonos móviles de los ciudadanos que lo acompañaban en la actividad.
El incidente ocurrió el viernes, cuando el funcionario se encontraba por el barrio Villa San Juan, para inaugurar el pavimento de unas cinco calles.
Mientras estaba de recorrida por la feria, iba recorriendo los distintos puestos que tenían montados los vecinos. Allí saludó a una persona detrás de una mesa, a quien le extendió la mano. Al bajar la mirada, medio agachado, encontró un maniquí con un gorrito de lana.
Le puso las manos a los costados y le besó la cabeza, como si se tratase de un niño más. Sin embargo, se trataba de un muñeco, que tambaleó en la mesita ante el insólito gesto del gobernador que trató de atajar el maniquí. Luego siguió el recorrido.