Podrías pensar que salir de tu casa sin comer desayuno es una buena forma de "ahorrar" calorías, pero un estudio reciente ha demostrado que de esta manera en realidad aumentas las posibilidades de subir de peso. Investigadores de la Universidad de Yale siguieron a 600 adolescentes desde el 5to al 7mo grado, registrando su peso y sus hábitos alimenticios. Sorprendentemente, descubrieron que los chicos que no comían desayuno tenían más posibilidades de tener sobrepeso o ser obesos que los chicos que comían DOS desayunos, uno en casa y otro en la escuela.
El estudio estaba enfocado en adolescentes, pero la ciencia es igual para todos, dicen los investigadores: saltarse el desayuno lleva a comer de más durante el día, ya que tu cuerpo trata de compensar. En el pasado, cuando todavía éramos mamíferos cazadores, ganábamos grasa corporal cuando había mucha comida para tener almacenadas para cuando escaseara. Saltarse comidas hace que tu cuerpo piense que la comida escasea, así que busca comer más para sobrevivir a las dificultades del invierno, incluso cuando no las hay. Así que, aunque no estamos sugiriendo que comas dos desayunos cada mañana, un contundente y saludable desayuno siempre te podrá en la mejor disposición para enfrentar el día.