El viernes, el Secretario Federal de Seguridad Pública de México dijo que los fiscales están investigando al Cartel de Nueva Generación de Jalisco por un ataque descarado que hirió al jefe de policía de la Ciudad de México.
Un camión de construcción de costado alto y un SUV blanco se interpusieron en el camino del jefe Omar García Harfuch justo cuando amanecía el viernes en el bulevar más emblemático de la capital y los asaltantes abrieron fuego con rifles y granadas de francotirador calibre .50 en su vehículo blindado.
El armamento de gran potencia y el descaro del ataque sugirieron el Cartel de la Nueva Generación de Jalisco y horas después del ataque, García los culpó a través de Twitter desde el hospital.
El secretario federal de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, refiriéndose al tuit de García que culpa al cartel de Jalisco, dijo en una conferencia de prensa que "esta es una de las hipótesis que la fiscalía de la Ciudad de México está investigando".
Durazo dijo que la agencia de inteligencia de México aparentemente tenía información de que el cartel estaba planeando un ataque, pero no ofreció detalles adicionales. Dijo que García recibió un disparo en el hombro, la clavícula y la rodilla.
Varias cuadras de Lomas de Chapultepec, un barrio de clase alta en la Ciudad de México, permanecieron cerradas mientras los investigadores continúan recolectando evidencia.
Un ataque de tan alto perfil en la capital de México es un duro golpe para un gobierno federal que lucha por responder a niveles récord de violencia en todo el país.
La pandilla ha establecido una presencia casi nacional, desde las playas de arena blanca de Cancún hasta la ciudad de México y los puertos más importantes del país, así como las principales ciudades fronterizas controladas tradicionalmente por otros carteles.