Con el pasar de los años, las obras de arquitectura nos van sorprendiendo por su complejidad, tecnología y la forma en que soluciona ciertos problemas de la sociedad. Dos países se pusieron de acuerdo para unir sus territorios con un revolucionario puente colgante, se trata de Suecia y Dinamarca. La obra de ingeniería bautizado como Øresund, cruza el Canal Flint, tiene la particularidad que de cuando sube la marea y el mar lo cubre, poder usar un túnel submarino de ocho kilómetros.
Columnas de acero y hormigón de 204 metros de altura son lo suficientemente fuertes para mantener una autopista de 4 carriles y dos vías ferroviarias.
El cambio entre el tramo subterráneo y el puente se realiza en una gran isla artificial.
La isla artificial de Peberholm fue construida a partir de los materiales desechados en la construcción del túnel, cuando quedó fija, comenzaron con el puente.
Para poder viajar por la carretera de un país al otro, hay que pasar por un peaje, a un precio razonable.
Unos 35 minutos se demora el tren en llegar desde Copenhagen a Malmö y viceversa.
El proyecto se diseñó para asegurarle el hábitat a 500 especies diferentes de animales y plantas durante el recorrido, aminorando el impacto al medio ambiente.
Su gran altura permite que el estrecho continúe siendo navegable.
El puente de Øresund fue construido y diseñado en el año 2000 por la empresa danesa COWI y el arquitecto en jefe George K.S. Rotne.