A Juan Antonio Guevara, de 25 años, le estaban cortando el cabello en Palmira, Colombia, cuando entró el criminal y lo mató de varios disparos.
Eran las 18:50 y la peluquería estaba repleta de gente. Guevara tenía la mirada puesta en el espejo. Controlaba cómo le iba quedando el corte.
Entonces entró un hombre con un casco de motociclista. Sacó una pistola, fusiló al joven y se fue.
"El sicario entra y no le importa que haya personas dentro de la peluquería. Él entra como si nada y sale así", contó un testigo a Caracol TV.
El arma tenía silenciador. Al asesino no le tembló el pulso y tuvo una efectividad temeraria. Era claramente un sicario profesional.
Las autoridades aún no lograron identificarlo. Por el momento, sólo informaron que están investigando los móviles y posibles responsables.