En su momento, cubrir las cámaras de las computadoras portátiles fue una práctica común que muchos usuarios implementaron para evitar ser espiado. Esto también podría aplicar para los smartphones, especialmente para aquellos con el sistema operativo Android.
La razón de esto es que las aplicaciones piden una serie de autorizaciones, entre los que se encuentran el acceso a la geolocalización del dispositivo, a su cámara e incluso también al micrófono. Aunque muchas veces el usuario ni siquiera recibe notificaciones de que las app van a hacer uso de esas utilidades.
Respecto a la competencia directa de Android, iOS, igualmente presenta fallas de seguridad en el uso de la cámara y el micrófono, pero sus autorizaciones no son tan permisivas y se le presentan de manera más constantes al usuario que las de Android.
En octubre del año pasado, por ejemplo, se descubrió el fallo de privacidad en la versión 12.0.1 de iOS y se pudo identifica que ésta permite la posibilidad de aprovecharse de Siri y VoiceOver para quebrantar la autenticación del dispositivo y así tener acceso al álbum de fotografías y enviarlas a través de Apple Message.
Otro caso fue el del error de Face Time que descubrió un adolescente de 14 años a inicios de años, a partir del cual era posible escuchar lo que sus interlocutores decían antes de contestar una llamada a través de esta app exclusiva de Apple.
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En este contexto de seguridad en la web, la empresa Positive Technologies realizó un estudio sobre las aplicaciones disponibles y aseguró que en ambas compañías el gran problema se halla en que "la forma de guardar los datos es bastante inseguro".
Además reveló que no existen grandes diferencias entre un dispositivo con sistema operativo iOS y otro con Android, ya que si bien es más común encontrar vulnerabilidades críticas en las aplicaciones del sistema operativo de Google, la diferencia entre ambos no es tan grande: 43% frente al 38% de Apple.
Durante 2018 se descargaron cerca de 205.000 millones de apps en ambos sistemas operativos y si bien es responsabilidad de los desarrolladores poner más cuidado al diseñarlas, el estudio también recomendó a los usuarios ser más conscientes sobre los permisos que se piden al instalarlas.
Respecto a las cámaras frontales de los celulares, Danny O'brien, director de estretegia de la Electronic Frontier Foundation, mencionó a la revista estadounidense Mashable que lo ideal sería que los fabricantes permitieran desactivar las cámaras de los celulares.
Sin embargo, ante la actual imposibilidad de hacer eso, el ejecutivo recomendó pegar una cinta adhesiva en la cámara con el objetivo no sólo de protegerse de un ataque proveniente de un error, sino también para hacer notar a las compañías el miedo que tienen los usuarios de dispositivos móviles.