En una histórica decisión, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas instó el lunes a detener las hostilidades en Gaza, desatando tensiones entre Estados Unidos e Israel, este último contrariado por la abstención estadounidense en la votación.
La medida llevó a Israel a cancelar una visita programada a Washington por parte de una delegación de alto nivel, marcando un punto álgido en la relación entre estos aliados desde el inicio del conflicto.
La resolución, aprobada con un contundente 14-0, no solo solicitó un cese inmediato de las hostilidades, sino que también demandó la liberación de todos los rehenes capturados durante el ataque sorpresa perpetrado por Hamás el 7 de octubre en el sur de Israel.
La sala estalló en aplausos tras la votación, evidenciando el respaldo unánime a la medida.
Estados Unidos había bloqueado resoluciones previas de alto el fuego en el Consejo de Seguridad, principalmente debido a su falta de conexión directa con la liberación de rehenes, su omisión de condena a los ataques de Hamás y la sensibilidad de las negociaciones en curso.