Julio César Bermejo, un joven que se gana la vida a través de una app de delivery, osó sacar la pieza prehispánica que se encontraba en posesión de familia, tan sólo para mostrarla a sus amigos, porque asegura que es su novia espiritual.
El joven fue detenido por andar en estado de embriaguez en un espacio público.
Cuando los agentes policiales revisaron su mochila térmica, se encontraron con la momia.
La pieza fue entrega al Ministerio de Cultura del Perú.
Los expertos que verificaron la autenticidad del bien cultural, afirmaron que el cadáver tiene entre 600 y 800 años y que correspondían a un varón adulto y no a una mujer.
Se calcula que el hombre momificado tenía más de 45 años y medía 1,51 m de altura.