El recién designado primer ministro de Haití, Garry Conille, agradeció este miércoles a Kenia el envío del primer contingente policial al país caribeño para colaborar en la lucha contra las pandillas, pero recalcó que deben aplicar “tanto mecanismos de seguridad como respeto a la dignidad” de su población.
“Nuestra historia con intervenciones extranjeras está llena de experiencias diferentes. Algunas han aportado a la estabilidad, pero otras violaron los derechos humanos (en Haití), por lo que estamos llenos de recuerdos dolorosos que han agravado nuestros desafíos”, afirmó Conille durante una sesión en el Consejo de Seguridad de la ONU sobre la situación del país caribeño.
Las palabras del alto representante haitiano venían a colación de centenares de comprobadas violaciones a mujeres -entre ellas menores- por parte de las fuerzas de paz de la ONU (los conocidos ‘cascos azules’) en la misión desplegada allí desde 2004 a 2017, además de su papel en la propagación de un brote de cólera que dejó casi diez mil muertos.
“Se deben respetar las herramientas de transparencia y trabajar en armonía con los haitianos, así como implementar mecanismos de seguridad pero conforme a la dignidad y el respeto de nuestro pueblo, para no repetir errores del pasado”, pidió Conille.
La llegada la semana pasada del primer grupo de policías kenianos liderando la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMS) supone para Conille el “pistoletazo de salida” de cara a librarse de “las garras de la delincuencia”.
El número de efectivos kenianos debería ser de hasta 2.600 agentes, según el compromiso inicial, pero la misión, que se desplegó con meses de retraso, continúa aún expectante de que otros Estados cumplan con su promesa de envío de personal y/o de recursos financieros.