Los dirigentes haitianos destituyeron el sábado a Frantz Elbé, director de la Policía Nacional de Haití, tras meses de críticas por no proteger a los agentes expuestos a las agresiones de las pandillas.
Un exjefe de la policía haitiana, Normil Rameau volverá a tomar el mando de un departamento que no cuenta con fondos ni equipo suficientes que, según un reporte de la ONU, sólo tiene unos 4.000 agentes de servicio en un país de más de 11 millones de habitantes. Rameau había sido despedido del mismo puesto hace casi cuatro años bajo un gobierno distinto.
Más de 2.500 personas han sido asesinadas o resultaron heridas en Haití en los tres primeros meses del año debido al aumento de la violencia entre pandillas.
Entre los asesinados hay casi dos docenas de policías, que se han visto abrumados por unas pandillas que controlan el 80% de Puerto Príncipe, que están mejor equipadas y que disponen de armas más potentes.
Los asesinatos más recientes tuvieron como objetivo a tres agentes de una unidad táctica antipandillas recién creada que patrullaban en un vehículo blindado. Un cuarto agente sigue desaparecido.
De 2015 a 2024, más de 320 agentes de la policía han sido asesinados, 120 de ellos bajo el mando de Elbé, de acuerdo con un informe publicado esta semana por el grupo local sin fines de lucro Red Nacional para la Defensa de los Derechos Humanos.
El nombramiento de Rameau se produce mientras un primer ministro y un gabinete recién elegidos toman las riendas del gobierno de Haití con un consejo presidencial de transición a su lado.
Rameau ocupó anteriormente el cargo de director general de la policía bajo el mandato del expresidente Jovenel Moïse, quien lo nombró en agosto de 2019. Antes de eso, supervisó la división de detectives.
Fue destituido como jefe de policía en noviembre de 2020 después de que el primer ministro Joseph Jouthe lo acusó de incompetencia y de no producir resultados en un momento en el que las pandillas se apoderaban de más territorio.