Un gran terremoto de magnitud 7,6 que sacudió el centro de Japón, el pasado lunes 1 de enero, ha colocado a 55 el saldo de muertos, dañando además miles de edificios, vehículos y barcos. Las autoridades advirtieron este martes que se podrían producir más sismos.
Los daños fueron de tal magnitud que no pudieron evaluarse inmediatamente. El agua, la electricidad y el servicio de telefonía móvil siguen sin funcionar en algunas zonas.