Muere la bebé Indi Gregory tras ser desconectada este domingo del soporte vital que la mantenía con vida.
La niña, nacida en febrero, padecía del síndrome de depleción mitocondrial, una enfermedad genética degenerativa, extremadamente rara que provoca el subdesarrollo de todos los músculos.
Los padres de la pequeña llevaban meses luchando contra la decisión de los médicos británicos, que habían recomendado interrumpir el tratamiento que mantenía con vida a su bebé.
Los sanitarios del hospital de Nottingham, donde se trataba a la niña, argumentaban que continuar con el tratamiento era inútil y doloroso, postura a la que se oponían sus padres, Dean Gregory y Claire Staniforth.
Se recuerda que la pasada semana, Italia otorgó de urgencia la ciudadanía a la bebé para ser tratada en el país ante la negativa de Reino Unido.
El pasado viernes, el tribunal decidió que el tratamiento debía interrumpirse en un centro médico, y no en casa de los padres, como estos lo solicitaban.
“Mi esposa Clare y yo estamos enfadados, desconsolados y avergonzados. El hospital Nottingham y los tribunales no sólo le han quitado la oportunidad de vivir una vida más larga, sino que también le han quitado la dignidad de morir en el hogar familiar al que pertenecía. Lograron quitarle el cuerpo y la dignidad a Indi, pero nunca podrán quitarle el alma. Sabía que ella era especial desde el día en que nació, intentaron deshacerse de ella sin que nadie lo supiera, pero Clare y yo nos aseguramos de que fuera recordada para siempre”, expresó el padre de la menor.