Luis Rubiales anunció en un comunicado su renuncia al cargo de presidente de la Real Federación Española de Fútbol (FEF).
En el mensaje, difundido a través de sus redes sociales, asegura que su decisión se basa en que “hay poderes fácticos” que impiden su vuelta.
La dimisión de Rubiales llega tres semanas después del beso no consentido a la jugadora de la selección española de fútbol femenino, Jenni Hermoso, durante la celebración del campeonato en el Mundial de Australia.
El ahora expresidente de la FEF dijo no querer «que el fútbol español pueda resultar perjudicado por toda esta campaña tan desproporcionada”.
Además, Rubiales también dimitió de su cargo en la UEFA, donde fungía como vicepresidente.
La FIFA, máximo organismo del fútbol mundial, ya había suspendido de sus funciones a Rubiales durante 90 días y lo había vetado de “toda actividad relacionada con el fútbol a nivel nacional e internacional”.
Asimismo, también le prohibió cualquier tipo de contacto con Hermoso.