Taiwán ha encargado dos innovadores buques de guerra como medida de protección frente al aumento de la amenaza proveniente de China, la cual ha estado intensificando sus operaciones navales y aéreas cerca de la isla, que reclama como parte de su territorio y busca anexar por la fuerza si fuera necesario.
Estas dos nuevas corbetas de la clase Tuo Chiang complementan el primer lote de seis embarcaciones catamarán de producción nacional con características sigilosas.
A pesar de su tamaño reducido y su capacidad para albergar únicamente a 41 tripulantes, estos buques destacan por su velocidad y maniobrabilidad, así como por su arsenal de misiles y cañones de cubierta diseñados para contrarrestar las amenazas de buques y cohetes chinos de mayor envergadura.
La presidenta saliente, Tsai Ing-wen, presenció la ceremonia de puesta en marcha el martes en el puerto septentrional de Suao, subrayando su compromiso con la revitalización de las industrias de defensa taiwanesas.
Este impulso incluye no solo la adquisición de armamento, sino también el respaldo crucial de su aliado principal, Estados Unidos.
Tsai ha acelerado además la producción de aviones de entrenamiento y los primeros submarinos construidos íntegramente en la isla, a veces logrando asegurar presupuestos para estas adquisiciones a pesar de la oposición de miembros del Partido Nacionalista, quienes abogan por una eventual unificación con China.