El sábado 8 de mayo debería entrar a la atmósfera terrestre el cohete chino Long March 5B, que se dirigen sin control hacia la Tierra.
La comunidad científica está preocupada, ya que aunque los expertos aseguran que es poco probable que impacte en una zona urbana, reconocen que no saben exactamente dónde caerá.
El artefacto viaja a una velocidad de 27.600 kilómetros por hora y aunque se espera que la mayor parte de la estructura se desintegre al ingresar a la atmósfera, algunos restos podrían caer en la superficie, según informa BBC.
Mike Howard, portavoz de la oficina gubernamental, señaló que el Comando Espacial monitorea la trayectoria del cohete. Sin embargo, reconoció que ni siquiera se conoce el punto exacto de entrada a la atmósfera y que su avance no tiene control.
Los restos podrían caer en zonas tan extremas como el norte de Nueva York, Madrid y Beijing y tan al sur como el sur de Chile y Wellington, en Nueva Zelanda.
El cohete tendría más de 30 metros de altura y pesaría 21 toneladas, por lo que es entendible la preocupación que genera su ingreso a la Tierra. Sin embargo, los expertos afirman que será uno de los reingresos no controlados más grandes de los últimos 30 años.
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