Profesores pensionados y jubilados han expresado su descontento y preocupación al solicitar formalmente al Instituto Nacional de Bienestar Magisterial que los excluya del seguro de sobrevivencia. Argumentan que, tras años de servicio y cotizaciones, el seguro ya no les beneficia directamente, considerándolo una carga económica innecesaria en su etapa de retiro. Los jubilados sostienen que sus pensiones son limitadas y que el monto deducido por este seguro afecta su calidad de vida.