Un insólito caso tiene a todo Afganistán conmocionado, luego de que un hombre pasara siete años en la cárcel tras haber sido acusado por la familia de su esposa de quemarla y asesinarla. El hecho fue denunciado en 2009, cuando Abdul Qader llegó a la peluquería donde ella trabajaba, donde fue atacado y entregado a la policía sin que pudiese explicar una sola palabra y defenderse. La justicia lo condenó a 16 años de cárcel, pero sólo alcanzó a cumplir casi la mitad de la condena, ya que logró salir por su buena conducta. Una vez libre, el sujeto recibió una llamada de una misteriosa mujer, quien le pidió que se juntaran en un parque cercano. "Cuando llegué al parque vi que no era otra que mi esposa Najiba. Me desmayé", declaró Abdul sobre el reencuentro, en el que ella le explicó que su familia lo odiaba y que el día en que ocurrió todos sus padres y hermanos la secuestraron para enviarla Irán con la amenaza de que la acusarían de asesinar a una mujer. Ante esto, Abdul no se dejó amedrentar, por lo que ambos decidieron denunciar el caso a la Policía, junto con exigirle al presidente Ashraf Gani que se haga justicia, especialmente por los cuatro hijos de la pareja que pasaron siete años sin sus padres.