Nuevas manifestaciones tuvieron lugar en España en respuesta a la gestión de las inundaciones que azotaron varias localidades de Valencia. Las lluvias torrenciales del 29 de octubre provocaron la destrucción de viviendas, dejando más de 200 muertos, 4 desaparecidos y millonarios daños materiales. Los manifestantes exigieron la renuncia de Carlos Mazón y denunciaron la falta de acción del gobierno de Pedro Sánchez.