Tras más de 13 horas de audiencia, el Tribunal de Atención Permanente del Distrito Nacional impuso una garantía económica de 50 millones de pesos a Antonio y Maribel Espaillat, imputados por la tragedia de la discoteca Jet Set.
Durante la audiencia, más del 80% de los abogados de las víctimas solicitaron que el caso se reclasifique como homicidio voluntario por dolo eventual, en lugar de involuntario.
El titular de la Dirección de Persecución calificó la decisión judicial como una burla para las víctimas. Aseguró que la conducta de los hermanos Espaillat priorizó el lucro por encima de la vida humana.