A más de un año del inicio de la pandemia del coronavirus, las vacunas desarrolladas por distintos laboratorios son la esperanza para ponerle fin a las olas de contagio y detener las muertes que ya superan los 4 millones a nivel mundial.
Un estudio de la Universidad de Oxford señala que un intervalo de ocho a 10 semanas entre las dosis de la vacuna Pfizer aumenta la cantidad de anticuerpos en el organismo.
«Ocho semanas es probablemente el punto óptimo, en términos de la compensación entre vacunar a la mayor cantidad de personas lo más rápido posible y permitir que la población produzca niveles más altos de anticuerpos», dice Susanna Dunachie, líder de la investigación.
El estudio analizó la respuesta inmune en 503 trabajadores de la salud del Reino Unido , aproximadamente las tres cuartas partes de los cuales eran mujeres.
Por su parte, el ministro de Vacunas del Reino Unido, Nadhim Zahawi, señaló que «este último estudio proporciona más evidencia de que este intervalo da como resultado una fuerte respuesta inmune».
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