Esta temporada le ha cambiado la vida a Jamie Vardy, quien a los 29 años, se transformó en uno de los mejores futbolistas de Europa. Es el goleador de la Premier League, salió campeón con el Leicester City y llegó a la selección de Inglaterra, donde también se dio el lujo de marcar goles. Su temporada ha sido un cuento de hadas, pero no siempre vivió de alegrías.
Según publicó el diario The Sun, el propietario del club, Aiyawatt Srivaddhanaprabha, confesó que Vardy era un futbolista completamente distinto cuando lo fichó en 2012. Llegó a cambio de un millón de libras, proveniente del Fleetwood Town F.C., que había conseguido llegar a tercera ronda de FA Cup y había logrado el ascenso a la Football League.
"No sabíamos qué hacer con Vardy. Venía a los entrenamientos borracho cada día. Ascendió y empezó a beber alcohol diariamente. Yo ni siquiera sabía que bebía hasta que alguien me dijo que llegaba a entrenar borracho. Hablé con él y le pregunté: '¿Deseas poner fin a tu carrera? ¿Quieres seguir así? No esperes una buena carrera'", admitió el magnate tailandés.
Según contó Srivaddhanaprabha, el problema del delantero fue la cantidad de dinero que empezó a embolsar en poco tiempo lo que lo llevó por el mal camino: "Me dijo que no sabía qué hacer con su vida. Que nunca había ganado tal cantidad de dinero. 'Yo he invertido en tí. ¿Me vas a dar algo a cambio? ¿Cómo crees que debe ser tu vida?', le pregunté."
A partir de allí, Vardy recapacitó y comenzó a ser más profesional. Su dedicación y esfuerzo lo llevaron a convertirse en el máximo anotador y campeón del fútbol inglés.
"Dejó de beber y comenzó a trabajar duro en los entrenamientos. Su físico no era tan bueno como ahora. Sabíamos que tenía una aceleración explosiva, pero no teníamos ni idea de que pudiera ser tan bueno. Se ha convertido en una nueva persona", dijo el dueño del sorprendente Leicester City.