El mundo entero conmemora todos los 25 de noviembre el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer en recuerdo a las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, quienes fueron brutalmente asesinadas en 1960 por el régimen del dictador Rafael Leónicas Trujillo en República Dominicana.
Las tres eran importantes opositoras al Gobierno de ese país y, por ese motivo, fueron detenidas, violadas y torturadas en varias oportunidades. Pese a esos hostigamientos, continuaron su lucha hasta el día de su muerte.
Distintos movimientos feministas de América Latina eligieron en la década de 1980 esta fecha en honor a las dominicanas. Años más tarde, en 1999, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se sumó a la jornada reivindicativa y declaró al 25 de noviembre como el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer.
Este viernes se cumplen 56 años de la muerte de Minerva, Patria y María Teresa. El 25 de noviembre de 1960, los cuerpos de las hermanas Mirabal fueron hallados destrozados en el interior de un jeep hundido en un barranco, en Salcedo, al noreste de República Dominicana.
Según recuerda el periódico español El País, horas antes, las tres mujeres, activas militantes contra el régimen de Trujillo, habían sido asesinadas por un escuadrón enviado por el propio dictador.
Los hombres del jefe de Estado las mataron a golpes y las metieron dentro del vehículo para simular un accidente. Pero nunca hubo duda de que se trataba de un crimen.
El asesinato de las hermanas Mirabal, conocidas como "Las mariposas", fue uno de los detonantes de la caída de Trujillo.
Tres vidas dedicadas a la lucha
La resistencia de estas tres hermanas a la opresión y su intento de instaurar de nuevo la libertad y la democracia llevó a la encarcelación de Minerva y María Teresa junto con sus maridos y otros revolucionarios.
Las mujeres habían sido condenadas a tres años de cárcel, pero -debido a diferentes presiones internacionales- fueron liberadas a los pocos meses. Aun así, su activismo contra el régimen de Trujillo terminó desencadenando el fin de sus vidas.
El Servicio de Inteligencia Militar (SIM), bajo el mando del general Pupo Román, fue el encargado de terminar con la vida de estas tres mujeres, a las que subieron a un coche a punta de pistola y apalearon hasta la muerte.
El reconocimiento de esta fecha, en recuerdo del feminicidio de las hermanas Mirabal, pretende homenajear a las víctimas así como suponer una reflexión sobre las diferentes formas en las que se ejerce la violencia contra las mujeres, que no es solo física, aunque esta sea la más visible, sino también psicológica, sexual y económica.