El cubano, por lo general, es un ser humano alegre, fiestero, emprendedor, luchador por naturaleza, solidario por elección…
El primer trimestre de 2016 termina para los criollos con el hecho que ya muchos han calificado como el más importante en materia de política internacional en los últimos 50 años: el arribo a la Isla del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.
La primera visita a Cuba de un mandatario estadounidense en 88 años se produjo bajo una incesante lluvia que no pocos consideraron sinónimo de bendición y el inicio de un momento histórico cargado de simbolismos.
Previo a su aterrizaje Obama ya había saludado a los cubanos a través de la red social Twitter y de un programa humorístico de la televisión local.
El primer mandatario estadounidense viajó acompañado por su esposa Michelle y sus dos hijas Malia y Sasha y, tras abordar el vehículo presidencial, conocido como “La Bestia”, hizo un recorrido por la Habana Vieja, que finalizó en la Catedral.
El encuentro con el cardenal Jaime Ortega marcaba la gratitud a la iglesia católica y a su Sumo Pontífice, el Papa Francisco, que ha sido mediador desde que hace poco más de tres años comenzara el deshielo de las relaciones entre La Habana y Washington.
Como ya es característico en el mandatario, este se le “escapó” a su agenda oficial para ir a cenar junto a su familia en esa primera noche al restaurante privado San Cristóbal, ubicado en Centro Habana.
El lunes 21, luego de depositar una ofrenda floral ante el mausoleo al Héroe Nacional de Cuba, José Martí, y de hacerse una foto junto a la imagen del guerrillero latinoamericano Ernesto Che Guevara, el jefe de Estado norteamericano se reunió con su homólogo cubano, Raúl Castro.
En el encuentro se habló sobre acuerdos bilaterales en materia de lucha contra el narcotráfico, salud, educación, tecnología, telecomunicaciones, agricultura, turismo y seguridad ciudadana.
Durante la conferencia de prensa para dar a conocer estas negociaciones hubo un instante de tensión cuando uno de los asistentes preguntó al presidente Castro sobre la existencia en la Isla de presos políticos.
Otro simbolismo de esta visita histórica que se produce 15 meses después de que se anunciara el restablecimiento oficial de las relaciones bilaterales el 17 de diciembre de 2014, es el encuentro con representantes del sector privado, en una clara señal de apoyo a la apertura económica que el líder estadounidense quiere enviar con su estadía en La Habana.
Tras décadas de monopolio estatal el gobierno cubano ha abierto en los últimos años varios espacios para la iniciativa privada, los denominados cuentapropistas.
Que aumenten las opciones laborales y mejore la economía en general son algunas de las preocupaciones de la ciudadanía a las que hizo alusión el presidente Obama durante su encuentro con empresarios.
En su discurso al pueblo cubano, pronunciado en el majestuoso Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, otrora García Lorca, el jefe de Estado se refirió a la necesidad de respetar los derechos humanos en Cuba, y aprovechó el momento para hacer una solicitud a su homólogo isleño.
Y a propósito de “voces diferentes”, previo a la llegada del mandatario a la Mayor de las Antillas unas 50 integrantes del grupo opositor Damas de Blanco fueron detenidas en La Habana cuando realizaban la habitual marcha dominical. Las disidentes fueron interceptadas en una bocacalle por cientos de simpatizantes del gobierno.
En un encuentro en la Embajada de EE.UU. en la capital cubana, el presidente Obama felicitó a las féminas por la “extraordinaria valentía” que dijo han demostrado durante sus protestas.
El simbolismo no se quedó atrás en el juego de pelota entre Tampa Bay, de la Florida, y la selección nacional cubana cuando el jugador Dayron Varona, se convirtió en el primer pelotero desertor en jugar nuevamente en la Isla… Lo hizo en el “Coloso del Cerro”, el Estadio Latinoamericano, donde Obama fue sorprendido con una gigantesca ovación por los más de 50,000 asistentes al partido amistoso.
Tras participar en el encuentro deportivo, Barack Obama se dirigió al aeropuerto internacional José Martí en donde el mandatario cubano, Raúl Castro, lo acompañó hasta la escalinata del Air Force One, que lo llevaría hacia Argentina el martes 22.
Pero la efervescencia no disminuyó entre los cubanos que emocionados esperaban el concierto gratuito de los Rolling Stones, anunciado para el 25 de marzo, y al que asistieron unas 500,000 personas que fueron testigos de la conquista de la última frontera del rock en el mundo.
La visita de Barack Obama a Cuba ya ha sido calificada por diferentes sectores como la más importante recibida en el país en los últimos 50 años. La población cubana consultada por AN7 espera que pronto comiencen a desarrollarse los acercamientos anunciados durante estos días de históricos encuentros.