Médico, investigador, orador, reputado cardiólogo, gurú de la salud. Dean Ornish es además de un respetado doctor estadounidense oriundo de Dallas, Texas, el sinónimo de cómo llevar adelante un estilo de vida saludable puede ser el mejor "escudo protector" contra las enfermedades en general; y en especial, las afecciones coronarias y el cáncer.
La fórmula parece sencilla, pero poca gente logra ponerla en marcha con compromiso y sostenerla a lo largo del tiempo: dieta vegetariana, vida fit y yoga.
Ornish promueve la teoría certificada científicamente de que el desarrollo de hábitos saludables son factores de transformación en personas afectadas por enfermedades cancerígenas y coronarias. Su obra, alternativa y controversial, comprende más de seis libros y una investigación paradigmática que replantea los enquistados métodos de las curaciones tradicionales.
Autor de un pensamiento revolucionario, el doctor Ornish ganó autoridad y reconocimiento al ser designado por Barack Obama como asesor del equipo médico de la Casa Blanca, mérito otorgado tras haber sido consultor oficial de Bill Clinton. El reconocimiento del espectro político lo transformó en líder en salud y medicina, con tratamientos alternativos y rupturistas; y a la vez sencillos y accesibles. Pregona que con modificaciones en los hábitos alimenticios hacia una dieta vegetariana y saludable; equilibrio emocional y con la práctica de actividad física -asociados- se puede neutralizar y disminuir el impacto de afecciones del orden coronario y cancerígeno.
Presidente y fundador de la organización sin fines de lucro de Preventive Medicine Research Institute –PMRI, un instituto que investiga los efectos de la dieta y estilo de vida- en Sausalito, California, y profesor clínico de medicina en la Universidad de California, en San Francisco, creó el primer programa científico para revertir enfermedades agresivas a través de la optimización y focalización de cuatro áreas esenciales: la comida, la respuesta al estrés, la calidad de la actividad física y la cantidad de amor y apoyo. El efecto combinado de este compuesto de factores -encuadrado sobre el concepto "estilo de vida"- es el que hace la transformación medicinal.
En 1990 dirigió un estudio que pretendía reducir las obstrucciones de las arterias coronarias con un método revolucionario para aquella época. Propuso un profundo replanteo en el tratamiento de enfermedades del corazón: vegetales, ejercicios suaves, reducción del estrés e interacción social emotiva -los elementos de su esquema de vida-. A pesar de que había evidencia contrastable de que la salud del corazón mejoraba por tales efectos, su programa no fue reconocido de modo universal. Hasta que en 2010 se concibió una nueva categoría de cobertura médica de las aseguradoras de salud: el programa de Rehabilitación Cardíaca Intensiva (ICR) que aboga cambios integrales en el estilo de vida de los pacientes.
Su esquema de curación también resultó exitoso para un grupo de hombres con cáncer de próstata de bajo riesgo que se habían negado a la cirugía o la terapia de radiación, los tratamientos médicos convencionales. Los participantes integraron un exigente y vigoroso programa de 90 días al que se sometían a drásticas transformaciones en su estilo de vida: hábitos alimenticios saludables, terapia psicosocial, caminatas moderadas y yoga o meditación -cualquier técnica de relajación profunda-. Según un reporte publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, los cambios estimularon algunos genes para combatir el cáncer e inhibieron a otros genes a promueven el desarrollo de la enfermedad.