La reforma judicial, impulsada por Benjamín Netanyahu, primer ministro de israelí, y sus socios ultraderechistas y ultraortodoxos de coalición, busca otorgar más poder al Ejecutivo en detrimento de la Justicia, cuya independencia se vería socavada.
A pesar de las críticas desde incontables sectores y de las advertencias de su impacto no solo en la separación de poderes sino también en la economía de Israel, el Gobierno continúa avanzando con algunos de los pilares de la reforma, incluyendo una ley que otorgaría control de facto al Gobierno sobre el comité de selección de jueces.
¿Qué propone?
Intervención de la Justicia por parte de Gobierno, teniendo más poder para elegir los jueces, pero también para obviar decisiones de los tribunales en cuanto a leyes que el Ejecutivo quiera aprobar.
- Elegir a los jueces
- Obviar decisiones judiciales
- Escudo para el primer ministro
El Gobierno tiene la intención de aprobar esta última ley esta misma semana, algo que ha motivado a los organizadores de las manifestaciones a intensificar las protestas.
Lo que ha generado.
Todos los vuelos al y desde el extranjero han quedado paralizados por huelga en el aeropuerto. Desde este momento nadie puede entrar o salir de Israel vía aérea por paro del sector.
Violentos enfrentamientos entre policías y manifestantes.
Muchos médicos planean tomarse un día por enfermedad y no ir a trabajar en protesta al gobierno.
Miles de manifestantes se desplazan por las carreteras mientras queman neumáticos colocando barreras y piedras.
La Casa Blanca ha publicado una declaración sobre las protestas y disturbios civiles en curso en Israel esta madrugada debido al despido del Ministro de Defensa; en la declaración instan a los líderes israelíes a llegar a algún tipo de “compromiso” lo antes posible.