El Vaticano dio inicio al cónclave donde se elegirá al nuevo Papa, en un proceso marcado por el sigilo y la solemnidad. En la capilla Paulina del Palacio Apostólico, los encargados del proceso, tanto eclesiásticos como laicos, juraron guardar secreto absoluto.
La capilla Sixtina ha sido acondicionada para recibir a más de 130 cardenales electores, mientras que la Sala de las Lágrimas espera al futuro pontífice, quien vestirá por primera vez la sotana blanca.
Las votaciones iniciaron tras la misa ‘Pro eligendo Pontifice’, en sesiones dobles por día, y se necesitará una mayoría de dos tercios para definir al sucesor de San Pedro.