Este viernes las autoridades del estado de Nueva Gales del Sur en Australia informaron de un aumento significativo de casos de Covid-19, lo que obligó a endurecer las medidas de restricción.
«No hay duda de que las cifras no van en la dirección que esperábamos en esta etapa», dijo la primera ministra de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian al anunciar 136 nuevos casos de la variante Delta en las últimas 24 horas.
El alza de contagios, el más alto desde el inicio de esta ola epidémica en junio, desencadenó un endurecimiento de las restricciones en Sídney, en lo que las autoridades estatales llamaron una «emergencia nacional» que ya ha descarrilado el repunte económico del país.
La autoridad estatal reconoció que el mes de confinamiento no logró frenar el aumento de contagios de la variante Delta, por lo que pidió al gobierno central el envío urgente de vacunas contra el Covid-19.
«Tenemos la obligación, ante la nación, de contener el virus», señaló Berejiklian, según informa la prensa local.
Cabe recordar que el primer caso de la variante Delta en el país oceánico se detectó a mediados de junio y corresponde a un conductor de limusina de Sídney, que transportaba tripulaciones de vuelos internacionales.
El brote de la variante delta de coronavirus, altamente contagiosa, se trasladó a través de las fronteras a los estados vecinos de Victoria y Australia del Sur, lo que obligó a las autoridades a confinar a más de la mitad de la población del país.
Por su parte, Nueva Zelanda suspendió la burbuja aérea que compartía con Australia debido al alza de contagios en Sídney.
La primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, argumentó que en Australia “hay múltiples brotes, y en diferentes etapas de contención, que han forzado el cierre en tres estados» para tomar la decisión y evitar un «riesgo para la salud de los neozelandeses».
Desde el inicio de la pandemia del coronavirus, Australia y Nueva Zelanda han sido ejemplos de cómo mantener a raya los contagios, ya que a diferencia de los países de Europa o América Latina, sus tasas de contagio han estado bajo control, sin necesidad de largas cuarentenas.
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