El cardenal Robert Prevost se convirtió en León XIV, el Papa 267 de la Iglesia Católica, tras un cónclave que duró solo un día y cuatro rondas de votación. Antes de presentarse en el balcón de la Basílica de San Pedro, el nuevo pontífice saludó personalmente a los 133 cardenales electores, un gesto que destaca su estilo cercano.
Su elección, inesperada por la velocidad del proceso, marca el inicio de un papado que buscará continuar el legado de Francisco.