Ensayo de más de tres horas, prueba de vestuario y de los efectos definitivos. Michael Jackson dejó el estadio Staple Center de Los Ángeles, lugar alquilado para los ensayos de su próxima gira de conciertos “This Is It” que iba a arrancar el 13 de julio en Londres. En su casa le dijo a Conrad Murray, su médico personal, que le diera Propofol, medicamento que usaba para dormir.
Jackson ingirió varios somníferos y calmantes. A la mañana siguiente el Dr. Murray por petición de Jackson le inyectó el potente anestésico, Propofol. El “Rey del Pop”, logró dormirse. Pasados unos minutos cuando el médico volvió a entrar en la habitación, se percató de que el cuerpo que estaba sobre la cama ya no respiraba.
En la clínica los intentos de reanimación continuaron casi por una hora. El informe de la autopsia arrojó que su deceso se produjo por un paro cardíaco provocado por una sobredosis de Propofol.
Michael Jackson murió el 25 de junio de 2009 a sus 50 años de edad.
Conrad Murray, quien ya fue acusado de homicidio involuntario, cumplió su condena de dos años de prisión.
El documental Killing Michael Jackson recoge los testimonios de Orlando Martínez, Dan Myers y Scott Smith, los tres policías que entraron por primera vez al dormitorio en el que murió el cantante. Los detectives de Los Ángeles que llevaron la investigación hablan sobre el día en que encontraron el cuerpo sin vida de Jackson.
Entre los detalles que revela el documental se revela que Jackson tenía el cuerpo lleno de cicatrices y marcas que serían producto de las diferentes cirugías a las que se sometió.
Michael Jackson tenía una muñeca en su lecho de muerte,cuentan los policías sobre su caótica habitación llena de drogas. Contaron cómo se encontraron con habitaciones llenas de medicamentos, agujas y un tablón de anuncios con fotos de niños, ropa y notas extrañas.
«Había post-it pegados en espejos y puertas con pequeñas frases. No sé si eran pensamientos porque algunos de ellos parecían poemas. El dormitorio era…un desastre«, dicen los policías.
Las horas que siguieron a su muerte fueron frenéticas. El Dr. Murray se escapó y tardó varios días en ser encontrado. Los hijos del cantante -Prince, Paris Bigi- que habían sido llevados al hospital en un auto que iba siguiendo la ambulancia, quedaron al cuidado de algunos de sus tíos. Los móviles periodísticos se instalaron en la puerta de su residencia y del hospital. Fans de todo el mundo lloraron a su ídolo. La policía requisó en la habitación de Jackson dos enormes bolsas repletas de medicamentos. Y, hasta se dice, que una hora después del anuncio del fallecimiento, La Toya Jackson, una de las hermanas, ingresó a la mansión de Michael en busca del efectivo que el cantante tenía disperso en las distintas habitaciones.