En Jerusalén, Donald Trump y Benjamín Netanyahu coordinan acciones diplomáticas y militares para destruir el proyecto nuclear de Irán, que propone un cese al fuego para negociar con Estados Unidos una propuesta nuclear rechazada por Washington e Israel.
El canciller iraní condiciona la mesa de negociación que el presidente de EE. UU. abrió por un máximo de dos semanas.
Trump afirmó en una rueda de prensa informal que “Irán debe abandonar sus pretensiones de seguir enriqueciendo uranio”.
Además, desmintió que los ayatolás utilicen el uranio con fines pacíficos, señalando: “Están sentados sobre uno de los mayores cúmulos de petróleo del mundo. Simplemente no entiendo por qué necesitan eso (uranio) para usos civiles”.