El informe técnico preliminar elaborado por peritos estructurales, como parte de la investigación en curso, confirmó que la causa principal del derrumbe del techo del Jet Set Club fue una sobrecarga extrema e indebida sobre las vigas postensadas de la edificación.
De acuerdo al análisis estructural realizado, en el techo del establecimiento se acumulaban cuatro capas de mortero fino con espesores diversos que sumaban un total de 37.5 centÃmetros, lo cual, sumado a equipos de aire acondicionado de gran tonelaje, tinacos, luminarias, plafones y el propio peso de la estructura, excedió con creces la capacidad de resistencia del sistema estructural.
Según el expediente del Ministerio Público, las mayores deformaciones y fallos se registraron en la zona sur del techo, especialmente sobre los ejes H y J, donde se encontraban las vigas sometidas a mayor concentración de cargas.
El análisis reveló que el momento flector provocado por estas cargas superó la capacidad de flexión de las vigas, provocando fallos a flexión, esfuerzos de torsión excesivos en las vigas perimetrales, y el inicio de inestabilidad estructural que condujo al colapso.
El peritaje también identificó como factores agravantes la colocación sucesiva de capas de mortero, sin retiro de las anteriores, lo que provocó una elevación excesiva de carga muerta sobre la estructura.
Se suman a esto cuatro tinacos de agua, seis unidades de climatización de 15 a 20 toneladas cada una, y siete casetas metálicas de aluzinc, todo instalado sin estudios técnicos previos que garantizaran la viabilidad estructural de dichas modificaciones.
Los peritos descartaron otras posibles causas del siniestro. El dÃa del derrumbe no se registraron sismos, vientos anormales ni lluvias intensas, y el análisis forense no encontró presencia de materiales explosivos en la escena, lo que fortalece la hipótesis de una falla estructural inducida exclusivamente por sobrecarga.
A juicio del Ministerio Público, las conclusiones del informe evidencian una conducta negligente, imprudente y deliberadamente riesgosa por parte de los imputados Antonio Espaillat López y Maribel Espaillat, quienes tenÃan la autoridad operativa y la responsabilidad de gestión del establecimiento.
Ambos ordenaron la instalación de los equipos y reformas estructurales sin la debida supervisión técnica, priorizando —según el expediente— el beneficio económico sobre la seguridad humana.
El colapso ocurrió el pasado 8 de abril de 2025, durante un evento multitudinario, cobrando la vida de 235 personas y dejando a más de 180 con heridas de diversa gravedad.
El caso ha sido declarado complejo, y los imputados enfrentan cargos por homicidio involuntario, negligencia criminal y responsabilidad empresarial agravada.