La violencia de las bandas armadas en Haití ha dejado al menos 2,680 personas muertas en los primeros cinco meses del año, según un informe de la oficina de Derechos Humanos de la ONU.
Las cifras incluyen más de 950 heridos, 316 secuestros y al menos 54 niños entre los fallecidos.
Además, el número de desplazados internos alcanzó un récord de 1.3 millones, mientras las bandas expanden su control más allá de Puerto Príncipe.
El Alto Comisionado de la ONU, Volker Turk, señaló que estas estadísticas no logran reflejar el sufrimiento diario de los haitianos, víctimas no solo de bandas criminales, sino también de grupos de autodefensa que han surgido ante la ausencia de una respuesta efectiva del Estado.
Casos como el asesinato de 25 personas en Artibonito o la masacre de seis miembros de una familia en la capital ilustran el nivel de brutalidad alcanzado.
El informe también cuestiona la actuación de las fuerzas de seguridad, responsables de al menos 1,448 muertes en operativos durante este mismo período.
Además, se han documentado 65 ejecuciones sumarias, lo que genera preocupación sobre el uso excesivo de la fuerza. Turk ha pedido a las autoridades respetar los principios legales en sus intervenciones y sancionar los abusos cometidos.
Finalmente, la ONU ha instado a la comunidad internacional a intensificar su apoyo, subrayando que los próximos meses serán decisivos para Haití.
Advirtió además que no existen condiciones seguras para el retorno de migrantes deportados, quienes podrían enfrentar discriminación y violencia al volver al país.