La administración de Donald Trump ha revocado la autorización de la Universidad de Harvard para admitir estudiantes extranjeros, según una notificación oficial enviada a la institución. Esta decisión se dio tras un reciente desacuerdo sobre la legalidad de una solicitud amplia de documentos realizada por el Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU.
Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional, informó a Harvard a través de una carta que “con efecto inmediato, se revoca la certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio de la universidad”.
La medida llega en medio de un aumento de tensiones entre el gobierno federal y Harvard, motivadas por acusaciones contra la universidad de permitir expresiones antisemitas en su campus, censurar discursos con puntos de vista distintos y priorizar iniciativas de diversidad racial y sexual.
Esta revocación supone un golpe importante para la universidad, ya que afecta directamente su capacidad de atraer talento internacional, considerado un pilar fundamental de su excelencia académica. Además, podría derivar en una nueva disputa judicial, dado que Harvard ya había presentado una demanda contra el gobierno el mes anterior por intentar intervenir en su plan de estudios, criterios de admisión y políticas de contratación.
Actualmente, la universidad cuenta con unos 6.800 estudiantes internacionales, lo que representa aproximadamente el 27% del alumnado total, una cifra que ha crecido notablemente desde el 19,7% registrado en 2010. La mayoría son estudiantes de posgrado provenientes de más de un centenar de países.