Hoy se conmemora el aniversario del devastador terremoto de Haití de 2010, una de las tragedias humanitarias más graves de la historia moderna. El 12 de enero de ese año, un sismo de magnitud 7.0 sacudió la isla, dejando una marca indeleble en el país más empobrecido del hemisferio occidental.
El saldo fue catastrófico: más de 200,000 muertos, alrededor de 300,000 heridos y 1.5 millones de desplazados, según las autoridades. La capital, Puerto Príncipe, y sus alrededores fueron las zonas más devastadas, con el colapso masivo de edificios, hospitales, escuelas e infraestructuras esenciales. Entre las víctimas se encuentran numerosos haitianos, así como trabajadores de la ONU y de otras organizaciones internacionales que se encontraban en el país brindando asistencia.
Una tragedia que marcó la historia de Haití
El impacto del terremoto no solo destruyó vidas y bienes materiales, sino que expuso las profundas vulnerabilidades estructurales y sociales de Haití. La nación se enfrentó a enormes desafíos en su proceso de recuperación, agravados por la fragilidad de sus instituciones y la falta de recursos económicos.
El hospital general de Puerto Príncipe, escuelas y viviendas fueron destruidos, dejando a la población sin acceso a servicios básicos. Aunque la ayuda internacional fue significativa, también hubo críticas por la falta de coordinación y la escasa eficacia a largo plazo.
A 15 años de la tragedia, Haití continúa luchando por superar las secuelas del terremoto. La reconstrucción ha sido lenta, con algunos avances en infraestructura y vivienda. Sin embargo, la inestabilidad política, los desastres naturales recurrentes y la pobreza extrema siguen siendo barreras para el desarrollo del país.
Los haitianos recuerdan esta fecha con actos solemnes, misas y momentos de silencio en honor a las víctimas.