Ha llegado a nuestra sala de redacción una denuncia por parte de algunos empleados de la Dirección General de Migración (DGM), los cuales han expresado su preocupación por las dificultades económicas y las precarias condiciones laborales que enfrentan.
Entre los principales señalamientos destacan el retraso en el pago de la nómina correspondiente a octubre, sin explicación ni disculpas por parte de la institución, lo que generó serios inconvenientes financieros. Algunos empleados incluso tuvieron que recurrir a préstamos para cubrir gastos básicos.
Además, denuncian la ausencia del pago de la dieta mensual, lo que obliga a los empleados de las Américas a cubrir de su bolsillo los gastos de peaje, un costo que debería ser asumido por la institución. También mencionan que deben comprar tinta para los sellos oficiales y que no se les proporcionan uniformes, aspectos fundamentales para el desarrollo de sus funciones.
A esto se suma la falta de información sobre el bono SISMAP, lo que ha incrementado la sensación de descontento y vulnerabilidad entre el personal. Muchos temen perder sus empleos, su principal fuente de sustento, mientras enfrentan la dificultad de cumplir con sus responsabilidades laborales en medio de un ambiente marcado por la incertidumbre y la falta de apoyo.
Los empleados han solicitado a las autoridades tomar medidas urgentes para resolver estas problemáticas y mejorar las condiciones laborales en la DGM.