El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha informado este lunes de que el número de niños reclutados por grupos armados en Haití ha aumentado un 70 por ciento en el último año, evidenciándose así la constante crisis con la que convive la nación caribeña y que en el último año ha tenido que hacer frente a un auge de la violencia por parte de grupos criminales.
Este repunte sin precedentes, registrado entre el segundo trimestre de 2023 y el mismo periodo en 2024, refleja un empeoramiento de la crisis de protección de la infancia en Haití, un país asolado por la violencia y donde actualmente en torno a la mitad de los miembros de grupos armados son menores.
Este aumento se puede explicar por la escalada de violencia, la pobreza generalizada, la falta de educación y el colapso casi total de las infraestructuras y los servicios sociales esenciales, en su mayoría provocado por las mismas bandas que, más adelante, reclutan a menores ofreciéndoles una salida a la crisis.
En muchos casos se producen también situaciones de coacción en las que los integrantes de los grupos armados presionan a los niños con la recompensa de ofrecer ayudas a sus familias, y en otros casos se llegan a proferir amenazas a su propia seguridad. Todo ello se ve agravado por el aumento de control territorial por parte de los grupos armados.
Cada vez existen menos zonas en Haití que estén fuera del control de estas bandas. En el caso de los niños, aquellos que residen en estos lugares son acusados de ser espías e incluso se han registrado asesinatos a manos de movimientos parapoliciales. Cuando los niños desertan o se niegan a unirse a las bandas, lo hacen elevando el riesgo contra su seguridad.
Según ha detallado la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, los menores haitianos están «atrapados en un círculo vicioso» en el que los grupos armados que los reclutan son los mismos que «alimentan su desesperación».
Russell, que también ejerce como defensora principal del comité permanente entre Organismos para Haití, ha advertido de que la cifra de menores en grupos armados «va en aumento».
Las datos recogidos por UNICEF señalan que tan solo en la capital de Haití, Puerto Príncipe, en torno a 1,2 millones de niños viven bajo la amenaza de la violencia armada. Se calcula que en torno al 25 por ciento de los más de 700.000 desplazados internos del país –de los cuales unos 365.000 son niños– se encuentran en la capital bajo condiciones «muy precarias».