Autoridades del Ministerio de Educación de República Dominicana (Minerd) intervinieron un centro educativo de la comunidad La Siria, provincia San Pedro de Macorís, tras varios padres denunciar que dos profesores habían abusado de una estudiante de 13 años.
Los comunitarios señalan a Alejandro Roberto Bello, docente del área de Matemáticas, y Fernando Peña Eusebio, de Inglés, de obligar a la menor, de quien se omite el nombre por razones legales, sostener encuentros sexuales en el baño del centro.
Según una comunicación del Minerd, el director del Centro Educativo La Siria del distrito 05-08, Eduardo Elías Luis, informó sobre la situación en la escuela, para una rápida acción de la entidad.
Asimismo, señalan que, una vez informados de la situación, enviaron una comunicación a Anastacio Gilbert, miembro del equipo de Orientación y Psicología de la regional, para realizar una reunión con Luis y hacer frente a la misma.
Agrega que, supuestamente el maestro tenía ya unos meses acosando a la citada estudiante, lo que infringiría una falta contemplada en el artículo 20, literal b, f y j del Código de Ética.
Aseguraron que el pasado lunes, tenía coordinada una visita al plantel, pero la misma fue imposible “porque la comunidad realizó una protesta lanzándose a las calles, tirando escombros en la vía pública y lanzando piedras frente a la escuela e impedían la entrada y vociferando que querían la cabeza de los acusados”, al tiempo de señalar que, según informaciones, los protestantes querían prenderles fuego a los docentes involucrados.
Posterior al hecho, una comisión, junto a miembros de la Policía Nacional y Escolar, conversaron con representantes de la comunidad y familiares de la afectada, quienes acusaban al maestro de tener conversaciones comprometedoras con la niña, vía WhatsApp, y que supuestamente otras niñas se quejaron con sus madres de que este las tomaba de las manos y las manoseaba y en algunos casos haciéndoles señas con sus dedos.
De acuerdo con una señora identificada como Natividad Santana, el profesor Roberto Bello les hacía movimientos rasgando con el dedo índice en las palmas de las manos, y aseguró que también le hizo eso a una sobrina.
En ese orden, el señor Fernando Peguero dice que “el maestro la ubica en la escuela para tocarla, pero que en la iglesia donde se congrega fue que supuestamente hizo el acto sexual con la estudiante”.
Según el Minerd, la información que da Peguero fue afirmada por otros, pues la niña le confesó lo sucedido a un primo, pero le dijo que su profesor (Alejandro Roberto Bello) “le había hecho otras cosas en la iglesia”.
De su lado, Juan Pie, jardinero y sereno de la escuela, dice que se hicieron varias reuniones, donde en una ellas participaron la directora del centro, orientadora y el coordinador, y el presidente de Asociación Dominicana de Profesores (ADP), donde decidirían qué decisión iban a tomar con los docentes en cuestión.
Pie, Daniela Mena, Daniela Cueto, todos conserjes del centro educativo, afirman que desde el martes “habían muchos rumores” y que le dijeron a la orientadora Eridania Sinencia Varón, quien conversó con la directora Mercedes Herrera, y esta llamó al coordinador pedagógico Luis Alberto Sosa, quien está suspendido de sus funciones por el distrito por otro tipo de falta, y decidieron hablar con todos los docentes para preguntar qué hacer con este caso, si denunciar o dejarlo así, una parte respondió que había que denunciar, afirman los conserjes.
“Otra parte decía que no debían dañarle su carrera. De ser cierta estas narrativas estaríamos frente a un personal en violación al artículo 14, de la Ley 136-03”, señala el Minerd.
En la conversación sostenida con miembros de la comunidad La Siria, añade el informe, afirman que meses antes habían estado diciéndoles que no les gustaba ese maestro hablando con las niñas por las verjas y fuera del centro, pero que la directora y la orientadora no hacían nada, por lo que entienden se pudo evitar este hecho.
El Ministerio dijo que la técnica distrital acompañó a la estudiante a la unidad de Género, en donde la menor fue evaluada y donde se tomó su declaración.
En ese sentido, disponen ejecutar diferentes acciones, entre las cuales señalan apoyo psicoemocional a la estudiante y sus familiares, seguimiento al centro educativo, identificar a otras niñas o niños que podrían haber sido afectados, fortalecer las competencias y gestión institucional y sensibilización a las familias para la integración, vigilancia y apoyo a la comunidad educativa.