Los 48 pasajeros del avión de la compañía estadounidense Spirit Airlines alcanzado este lunes por disparos cuando se aproximaba a la capital haitiana esperan la inminente llegada de otra aeronave de la aerolínea al aeropuerto al que fue desviado en República Dominicana.
Los pasajeros esperan en el Aeropuerto Internacional del Cibao, en Santiago, la segunda ciudad de República Dominicana, la llegada de un avión que partió desde Fort Lauderdale, al norte de Miami (EE.UU.), para su traslado, agregaron las fuentes.
El vuelo 951 de Spirit despegó esta mañana del Aeropuerto Internacional de Fort Lauderdale-Hollywood (FLL) con destino a Puerto Príncipe, pero tuvo que abortar su aterrizaje tras recibir varios disparos, como puede apreciarse en fotos que circulan por las redes sociales y que muestran el impacto de al menos dos proyectiles.
Fuentes de la Dirección Nacional dominicana de Control de Drogas (DNCD) presente en la terminal de Santiago indicaron que la aeronave aterrizó de emergencia, “sin problemas”, en el Aeropuerto Internacional del Cibao a las 12-33 hora local (16-33 GMT).
Allí se espera la llegada de otro avión que, añadieron, saldría hoy mismo de retorno a Estados Unidos. Según medios estadounidenses, al parecer un asistente de vuelo sufrió heridas leves y está siendo evaluado por personal médico, pero la aerolínea confirmó que ningún pasajero resultó herido y que el avión fue retirado del servicio.
“La seguridad de nuestros pasajeros y miembros del equipo es nuestra máxima prioridad”, dijo la aerolínea estadounidense. Spirit Airlines ha suspendido su servicio a Puerto Príncipe y Cabo Haitiano a la espera de una evaluación adicional.
Las aerolíneas American Airlines y Jet Blue anunciaron que también suspenderán los vuelos a Haití hasta el jueves. Haití se encuentra bajo tensión política este lunes, cuando el empresario Alix Didier Fils-Aime se espera que tome posesión como nuevo primer ministro del país tras la destitución de Garry Conille.
Todo ello se produce en medio de la violencia de las bandas armadas y las nuevas amenazas de la principal coalición de pandillas, Vivre Ensemble (Vivir Juntos), que ayer anunció nuevas jornadas de terror desde hoy mismo.
Solo entre julio y septiembre pasado al menos 1.223 personas murieron y 522 resultaron heridas en Haití como consecuencia de la violencia y la lucha contra las bandas, según la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en el país caribeño (Binuh).
A ello se suman las 3.900 víctimas entre muertos y heridos en el primer semestre del año, después de que 2023 cerrara con unas 8.000 víctimas.