Miles de residentes en Florida se encuentran este miércoles bajo órdenes de evacuación debido a la próxima llegada del huracán Helene, que se prevé toque tierra con fuerza la noche del jueves por la costa oeste del estado y prosiga por el sureste de Estados Unidos.
Prácticamente la totalidad de Florida sentirá los efectos de este huracán, el quinto de la actual temporada en el Atlántico, situación que ha llevado a su gobernador, Ron DeSantis, ha declarar el estado de emergencia en 61 condados, en 15 de los cuales se han emitido órdenes de evacuación total o parcial.
Helene, que este miércoles se convirtió en un huracán de categoría 1, presenta vientos máximos sostenidos de 140 kilómetros por hora (85 millas) y ha dejado fuertes lluvias en la península de Yucatán (México) y el extremo occidental de Cuba.
El ciclón se mueve con dirección nor-noroeste a 17 kilómetros por hora (10 millas por hora) y los meteorólogos vaticinan que una vez cruce la aguas cálidas del Golfo de México se verán incrementadas su potencia y tamaño, características que hará que una vez toque tierra sus efectos lleguen hasta Georgia y dejé fuertes precipitaciones en estados como Tennessee y Kentucky.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) de EE.UU. estima que el centro de Helene tocará tierra la noche del jueves en el noroeste de Florida, en alguna parte de la región conocida como Big Bend que tiene una baja densidad poblacional.
Ante el pronóstico de que Helene alcance la costa estadounidense como un huracán mayor, esto es de categoría 3 o más en la escala Saffir-Simpson (de un máximo de cinco), muchos residentes de esta región han acudido hoy en gran número a los supermercados o directamente han evacuado, como atestiguan medios locales.