La estabilización de Haití es «una necesidad estratégica para la seguridad de la República Dominicana y de toda la región», afirmó el presidente Luis Abinader en su discurso ante la Asamblea General de la ONU. Abinader solicitó un «rol sostenido» de la comunidad internacional para abordar la crisis haitiana, enfatizando que su colapso impactaría al Caribe.
El mandatario destacó que la inestabilidad en Haití ha generado «una presión significativa» sobre la seguridad dominicana durante más de tres años. «Esta misión representa una esperanza excepcional para restaurar la normalidad en Haití; un fracaso podría obligarnos a adoptar medidas drásticas para proteger nuestra seguridad nacional», añadió.
Abinader subrayó la responsabilidad del Estado dominicano en la crisis, mencionando que en 2023, las atenciones médicas a inmigrantes haitianos representaron el 9.9% del total de servicios del sistema sanitario. También informó que hay cerca de 200,000 menores extranjeros en el sistema educativo dominicano, de los cuales 147,906 son haitianos, lo que refleja el compromiso de la República Dominicana.
El presidente también resaltó los esfuerzos internacionales para lograr la estabilidad en Haití y la creación de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad, aunque lamentó que solo se hayan desplegado 400 efectivos de los mil necesarios. Abinader exigió que los países comprometidos con la situación cumplan sus promesas y advirtió sobre las graves consecuencias de un posible colapso en Haití.
Agradeció a Kenia y su presidente Ruto por su contribución a la misión, así como a Estados Unidos, Jamaica, Bahamas y El Salvador por su apoyo, reafirmando el compromiso de la República Dominicana de facilitar servicios de salud para la misión internacional.