El equipo de campaña de la vicepresidenta Kamala Harris desafió a Donald Trump a un segundo debate minutos después de su primer enfrentamiento televisivo en Filadelfia el pasado martes. En un comunicado, el equipo criticó el desempeño de Trump durante el debate y lanzó la pregunta: “Harris está en la lista para un segundo debate”. ¿Está listo Donald Trump?
Durante el debate, Harris se enfrentó a Trump con contundencia, logrando varios momentos destacados. La cantante Taylor Swift, quien prometió votar por Harris, expresó su apoyo, citando que la vicepresidenta “lucha por los derechos y causas” con los que ella se identifica, un respaldo valioso dado su impacto en el electorado joven. El esposo de Harris, Doug Emhoff, también comentó: “Has ganado el debate, pero no hemos ganado nada más”, reconociendo la necesidad de seguir trabajando.
Trump, por su parte, se autoproclamó ganador del debate en su plataforma Truth Social, calificándolo como su “mejor debate”. Según el politólogo Larry Sabato, «Trump lo hizo muy mal y Harris ganó por un amplio margen». Aunque Julian Zelizer de la Universidad de Princeton advirtió que, con las encuestas muy reñidas a ocho semanas de las elecciones. Este desempeño podría no tener un gran impacto en los resultados.
El debate comenzó con una presión de manos entre ambos candidatos, pero rápidamente se volvió tenso. Trump, de pie detrás de su atril, se mantuvo serio, mientras Harris a menudo giraba la cabeza para mirarlo con desdén durante la hora y media del debate. Transmitido desde Filadelfia.
Harris criticó a Trump por su manejo de la economía y la pandemia, y lo acusó de difundir mentiras sobre el aborto. Trump, a su vez, atacó a Harris con su retórica habitual sobre la migración. Repitiendo falsedades sobre los migrantes y elevando el tono agresivo a medida que avanzaba el debate. También descalificó a Harris personalmente y la acusó de odiar a Israel, una afirmación que ella negoció.
Ambos candidatos enfrentan el desafío de captar a los votantes indecisos en los estados bisagra, fundamentales en el sistema de votación por sufragio universal indirecto. Con un electorado polarizado, cada debate se convierte en una oportunidad crucial para inclinar la balanza a su favor.