Este viernes se celebra el 161 aniversario de la Restauración de la República Dominicana, un hito histórico que consolidó la identidad nacional y reafirmó la soberanía del país. Conocida también como la segunda Independencia, esta gesta patriótica tuvo lugar entre 1861 y 1865, y representó una serie de enfrentamientos entre dominicanos y las fuerzas coloniales españolas.
Durante este periodo, los dominicanos lucharon fervientemente por mantener la independencia lograda el 27 de febrero de 1844.
La Restauración fue un movimiento popular y nacionalista, protagonizado en gran medida por campesinos, que abanderaron el republicanismo democrático en una época de crucial transformación social, política y económica.
Este movimiento fue el mayor conflicto armado registrado en la historia del país, superando incluso los tiempos coloniales. Cada 16 de agosto, la nación conmemora el inicio de los combates que desataron la guerra domínico-española, la cual restauró la independencia amenazada por conflictos internos y presiones externas, especialmente de Haití, que reclamaba el territorio como parte de una isla indivisible según el tratado de Basilea de 1795.
Para finales de 1864, el movimiento restaurador se había extendido por todo el territorio dominicano, bajo las consignas de «Libertad o Muerte» y «Guerra a Muerte Contra el Colonialismo Español y los Traidores a la Patria».