En 2024, los Juegos Olímpicos de París marcarán un hito al incluir el break dance como nuevo deporte olímpico, una decisión destinada a diversificar y modernizar el programa deportivo por parte del Comité Olímpico Internacional (COI).
Este arte urbano, reconocido por su expresión creativa y habilidades atléticas, debutará oficialmente en el escenario olímpico, atrayendo a una nueva generación de aficionados y atletas de todo el mundo.
Además del break dance, disciplinas como el surf, escalada y skateboarding continuarán siendo parte integral de los Juegos Olímpicos tras su exitosa introducción en Tokio 2020.
Estas disciplinas han sido elogiadas por su innovación y popularidad entre los espectadores y los propios deportistas, capturando la esencia dinámica y diversa de la cultura contemporánea.
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En contraste, el karate, que tuvo su oportunidad en los Juegos celebrados en Japón, no estará presente en el programa olímpico de París 2024. Su ausencia refleja las decisiones estratégicas y periódicas del COI para ajustar y evolucionar el espectro de deportes que componen el evento deportivo más prestigioso del mundo.
El break dance, un estilo de baile urbano que emergió en Estados Unidos en la década de 1970, tiene sus raíces profundamente arraigadas en la cultura del hip-hop. Originado en las vibrantes fiestas del Bronx, Nueva York, se distingue por sus movimientos acrobáticos, un juego de pies estilizado y la influencia crucial del DJ y el MC (Maestro de Ceremonias) durante las batallas.
En la década de 1990, las competiciones internacionales comenzaron a popularizar el break dance tanto dentro de las comunidades hip-hop como en el público en general. Ahora, el break dance hará su debut olímpico en París 2024 con dos eventos separados: uno masculino y otro femenino.
En cada competencia, 16 B-Boys y 16 B-Girls competirán en batallas individuales espectaculares.
Utilizando movimientos como los ‘windmills’, el ‘6-step’ y las congelaciones, los atletas adaptarán y improvisarán al ritmo de los DJ para impresionar a los jueces y aspirar a ganar las primeras medallas olímpicas en esta disciplina dinámica y altamente técnica.
Así, París 2024 no solo será una plataforma para la excelencia deportiva, sino también un escenario que abraza la innovación y se adapta a las tendencias culturales globales, ofreciendo una experiencia olímpica enriquecida y diversa tanto para atletas como para aficionados.